Habrá que empezar por presentar a los "contendientes". Penn Jillette es un ilusionistay cómico norteamericano de 58 años muy conocido en Estados Unidos conocido no sólo por sus habilidades como showman, sino por sus manifestaciones públicas de ateísmo, plasmadas entre otras partes en dos libros y en sinfín de charlas de propaganda del escepticismo. Piers Morgan es un presentador de televisión, inglés de nacimiento, de 48 años, con una larga y polémica trayectoria periodística en diarios como The Sun o elDaily Mirror, y de religión católica.
Morgan dirige en la CNN un late show (Piers Morgan Tonight) al que invitó el pasado 28 de febrero a Jillette. Como era justo el día en que se declaró oficialmente la sede vacante, le preguntó por la renuncia de Benedicto XVI. Y se declaró entre ambos una discusión en cierto modo paradigmática de la forma en que muchos agnósticos o ateos perciben el catolicismo light o a la carta. Penn mostró las incoherencias del católico progre que Piers demostró ser.
O católico con el Papa, o luterano sin él"Creo en la posición del Papa más que muchos católicos", empezó el mago: "Yo tomo a las personas por sus palabras", y las del Papa "se supone que son las palabras de Dios. Si las personas creen de verdad, no entiendo cómo pueden tener susopiniones dentro de la Iglesia católica".
Penn le preguntó a Piers si es católico, a lo que éste asintió. Luego le preguntó si seguía todo lo que dice la Iglesia. "No", contestó el presentador, "estoy haciéndome crítico como muchos jóvenes católicos, estoy desencantado porque los sucesivos Papas del Vaticano no se mueven al compás de los tiempos". Y citó el caso de los anticonceptivos, reprochando a los Papas (es "inaceptable", dijo) que rechacen su uso incluso como profiláctico.
Y eso fue lo que desató al vendaval del ateo, quien dejó planchado a su entrevistador con una frase antológica, viniendo sobre todo de quien venía: "¡Es increíble de qué lado te estás poniendo! Por mi parte, desde mi lado, yo te diría que si tú tienes a alguien que te conduce hacia Dios y que habla la palabra de Dios, entonces, aunque no puedas entender exactamente cuál es el plan de Dios, aunque veas sufrimientos que consideras inaceptables, eso no significa que tú puedas decidir sobre lo que Dios realmente cree".
Piers reaccionó con tópicos como que no había leído en los Evangelios que no se pudiesen usar condones, que los sacerdotes no pudiesen casarse, o que las mujeres no pudiesen ser sacerdotes.
Y entonces Penn clavó la estocada hasta la bola: "Estás hablando como Lutero. Fue Lutero quien dijo que las personas podían interpretar la Biblia por sí mismas. Si lo he comprendido bien, en la Iglesia católica no es así, tienes alguien que sabe hacer eso. Cuando tienes a alguien que te dice que está interpretando a Dios por ti, o lo aceptas, o no lo aceptas. O bien haces como Lutero y dices que vas a tener una relación directa con la Palabra de Dios, o bien dices que lo harás a través de un representante de Dios, ¡que sería el Papa!".
A Piers no le quedó más remedio que aceptar con humor su surrealista posición: "¡No puedo creer que tenga delante de mí a Penn Jillete defendiendo a mi Iglesia contra mis propias críticas hacia ella!".
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