Misterios que abordan el catedrático de Historia Medieval José Luis Corral —que acaba de publicar El enigma de las catedrales (Planeta)— y la historiadora Mercedes Irisarri (Isabel. La reina), buena conocedora de esta misteriosa época histórica en la que la mujer tuvo más peso de lo que muchos creen. Sirva de ejemplo Sabine de Pierrefonds, maestra que dirigió talleres en las catedrales de Amiens y París y acabó formando el suyo propio.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; Juan 5:39. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman 1 Corintios 2:9
domingo, 31 de julio de 2016
¿Un cosmos sin Dios?
Es fácil constatar, en algunos cosmólogos contemporáneos, cierta tendencia a buscar modelos físicos de la creación a partir de la nada que no requieran de ningún agente sobrenatural.
¿Es posible para la ciencia actual proporcionar una descripción adecuada del universo sin necesidad de recurrir a la idea de creación a partir de la nada? ¿Existen hipótesis cosmológicas que hagan innecesario el planteamiento teísta de la creación o, por el contrario, hay indicios en los modelos actuales de la necesidad de un Dios creador? Para muchas personas estas cuestiones carecerían de interés ya que suponen que las ciencias naturales y la teología están tan alejadas entre sí que todo diálogo entre ellas sería poco menos que imposible o absurdo. Desde semejante perspectiva, no suele aceptarse que conceptos como el diseño divino, la creación, la providencia o la propia divinidad sean compatibles o tengan algo que ver con esa otra disciplina científica de la física, conocida como cosmología moderna. Según tal planteamiento, los teólogos deberían dedicarse exclusivamente a comentar el contenido de la revelación bíblica, mientras que los hombres y mujeres de ciencia tendrían que limitarse a formular teorías sobre el mundo material para contrastarlas experimentalmente. Y así, ciencia y teología serían como líneas paralelas que, como todo el mundo sabe, por mucho que se prolonguen jamás interfieren entre sí. ¿Es este planteamiento segregador adecuado para regular las relaciones entre ciencia y teología? En mi opinión, no sólo no lo es sino que -como veremos- tampoco resulta posible desde una lógica equilibrada. Es fácil constatar, en algunos cosmólogos contemporáneos, cierta tendencia a buscar modelos físicos de la creación a partir de la nada que no requieran de ningún agente sobrenatural. Es decir, una creación sin Creador que dependa exclusivamente de procesos físicos naturales. Un universo sin principio, a pesar de la teoría del Big Bang, que se hubiera creado a sí mismo. En este sentido, el famoso físico Stephen Hawking no se corta un pelo al proponer una solución teológica para sus hipótesis cosmológicas. En su obra Una historia del tiempo escribe: “En tanto en cuanto el universo tuviera un principio, podríamos suponer que tuvo un creador. Pero si el universo es realmente autocontenido, si no tiene ninguna frontera o borde, no tendría ni principio ni final: simplemente sería. ¿Qué lugar queda, entonces, para un creador?”.1 La verdad es que, si Hawking estuviera en la cierto, a Dios le quedaría poco que hacer en un universo formado por las solas leyes físicas. A excepción quizás de las propias leyes físicas. En la misma línea, otro cosmólogo de la Universidad de Stanford (California), Andréi Linde, sugiere su “teoría de la inflación eterna”, en la que la Gran Explosión no sería más que un episodio de una cadena infinita de grandes explosiones en la que el cosmos se crea y destruye a sí mismo de manera periódica e interminable.2 Por su parte, Alexander Vilenkin, de la Universidad Tufts, también en Estados Unidos, propone que el universo pudo nacer mediante un “efecto túnel cuántico desde la nada”. Dicha “nada” sería un estado sin el espacio-tiempo clásico en el que todas las nociones básicas de espacio, tiempo, energía, entropía y demás, perderían su sentido actual.3 Lee Smolin, otro físico teórico estadounidense dedicado al estudio de la gravedad cuántica, se imagina toda una cadena de universos que evolucionan según una especie de selección natural cosmológica. Nuestro universo sería -en su opinión- como una ciudad que se crea a sí misma pero sin un creador concreto. Sólo dependiendo de leyes eternas e impersonales.4 Neil Turok, de la Universidad de Cambridge, desarrollando la teoría de cuerdas ofrece un modelo en el que el universo sería el resultado de una majestuosa colisión entre enormes membranas de cuatro dimensiones. Tampoco habría principio ni fin sino sólo un infinito ciclo de universos en colisión con otros universos.5 Y, en fin, Sir Martin Rees, aboga por la teoría del multiverso en la que nuestro universo sería como un átomo seleccionado de entre un conjunto infinito de universos.6 A la vista de todas estas hipótesis contemporáneas, ¿está realmente la ciencia a un paso de demostrar que el universo empezó a existir sin causa? ¿Podrán los cosmólogos evidenciar que Dios no existe o, por lo menos, que resulta innecesario para la creación del mundo? Yo creo que estamos ante una importante confusión de términos entre la ciencia y la teología. Tal como señala el teólogo e historiador de la ciencia de la universidad de Oxford, William E. Carroll, la investigación científica sólo puede ocuparse del estudio del cambio en los seres naturales, mientras que la creación original no es ningún cambio material y, por tanto, la ciencia no puede decir nada de esta cuestión que es eminentemente teológica.7 A pesar de tales especulaciones cosmológicas revestidas de ropaje matemático, es absolutamente imposible para la ciencia física explicar el acto mismo de la creación, ya que todo lo que dicha disciplina puede describir es la transformación de unos estados materiales o físicos en otros diferentes también físicos, pero no la existencia absoluta del ser a partir del no ser, o de la nada absoluta. Esto es precisamente lo que significa el concepto teológico de creación a partir de la nada (creatio ex nihilo). De manera que ni la física ni la cosmología han logrado, o podrán lograr nunca, un modelo científico capaz de explicar la creación original a partir de la nada o de eliminar la necesidad del Creador. No puede haber verdadera creación a partir de la nada, sin Dios. En mi opinión, lo que sí puede aportar la actual cosmología a la teología es una mejor comprensión y defensa de la doctrina bíblica de la creatio ex nihilo aunque, desde luego, jamás pueda llegar a demostrarla. Si aceptamos un Dios que está más allá del espacio y el tiempo, no podemos ignorar todo lo que la física contemporánea dice sobre la naturaleza del espacio y el tiempo. Las ciencias naturales estudian la materia, las leyes del universo, así como las relaciones existentes entre los seres materiales del universo, con el fin de ofrecer “explicaciones”. Lo que pasa es que para la auténtica “creación a partir de la nada” no puede haber explicación alguna porque “de la nada no sale nada”, según nuestra experiencia habitual. En el mismo instante en que un científico afirma tener una teoría acerca de cómo podría el cosmos haberse originado de la nada, cae inmediatamente en una contradicción lógica inevitable. Decir que “todo” surgió sin causa de la “nada” es una creencia teológica y nunca una verdadera teoría científica. Por tanto, vuelvo a insistir, sin un Creador sobrenatural no puede haber creatio ex nihilo. El filósofo y teólogo cristiano, William Lane Craig, sostiene que la cosmología moderna ha intentando por todos los medios elaborar hipótesis que favorezcan la idea de un universo sin principio en el tiempo. No obstante, el fracaso reiterado de tales intentos refuerza más bien todo lo contrario. A saber, que el cosmos material tuvo un origen temporal. Y como todo aquello que comienza a existir tiene una causa, luego también el universo requiere una causa original.8 En efecto, de la segunda ley física de la termodinámica se desprende que el cosmos se está quedando sin energía utilizable. De manera que, en el supuesto de que fuera eterno, ya habría perdido toda su energía. Luego esta ley apunta claramente hacia un principio temporal. Por su parte, el matemático, Alexander Friedmann, y el astrónomo, George Lemaitre, trabajado con las ecuaciones de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein, predijeron que el universo debería estar expandiéndose en la actualidad. Esto se pudo comprobar experimentalmente en 1929, cuando el astrónomo estadounidense, Edwin Hubble, observó el desplazamiento al rojo de la luz procedente de las galaxias más alejadas. Tales evidencias confirmaron no sólo que el universo se estaba expandiendo sino que, si se retrocedía lo suficiente en el tiempo, el cosmos se habría originado a partir de un solo punto en un pasado finito. La idea de creación volvió a introducirse en la ciencia desplazando a la antigua creencia de que el universo había estado siempre ahí. Recientemente muchos cosmólogos, como Arvin Borde, Alan Guth y Alexander Vilenkin entre otros, han manifestado su opinión de que cualquier universo que se haya estado expandiendo no puede ser eterno en el pasado sino que debe tener un comienzo absoluto.9 Tal conclusión se aplicaría incluso al multiverso, en el supuesto de que semejante concepción existiera en la realidad. Todo esto viene a corroborar que los físicos teóricos ya no pueden ocultarse detrás de la idea de un cosmos eterno en el pasado sino que deben enfrentarse al problema del un origen en el tiempo. A mi modo de ver, como el universo no se puede causar a sí mismo -por mucho que deseen demostrar lo contrario los amantes de las matemáticas imposibles-, su causa original debe estar más allá del espacio y del tiempo. Tiene que ser una razón trascendente, ilimitada en el espacio, atemporal, inmaterial, incausada y tremendamente poderosa. Es decir, una causa notablemente parecida al Dios de que nos habla la Biblia. De manera que es bastante razonable creer que tal Dios existe y que sólo Él pudo crear el universo.
BIBLIOGRAFÍA
1 Hawking, S. W., 1988, Historia del tiempo, Crítica, Barcelona, p. 187. 2 http://web.stanford.edu/~alinde/ 3 Vilenkin, A., 1983, Birth of Inflationary Universes, Phys. Rev. D 27 (12): 2848–2855. 4 Smolin, L. & Mangabeira, R., 2014, The Singular Universe and the Reality of Time: A Proposal in Natural Philosophy, Cambridge University Press. 5 http://www.perimeterinstitute.ca/people/neil-turok 6 http://www.ast.cam.ac.uk/~mjr/ 7 Carroll, W. E., 2003, La creación y las ciencias naturales: actualidad de Santo Tomás de Aquino, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile. 8 Craig, W. L., 2014, “Naturalismo y cosmología” en Dios y las cosmologías modernas, Soler Gil, F. J., Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, pp. 49-99.
¿Es posible para la ciencia actual proporcionar una descripción adecuada del universo sin necesidad de recurrir a la idea de creación a partir de la nada? ¿Existen hipótesis cosmológicas que hagan innecesario el planteamiento teísta de la creación o, por el contrario, hay indicios en los modelos actuales de la necesidad de un Dios creador? Para muchas personas estas cuestiones carecerían de interés ya que suponen que las ciencias naturales y la teología están tan alejadas entre sí que todo diálogo entre ellas sería poco menos que imposible o absurdo. Desde semejante perspectiva, no suele aceptarse que conceptos como el diseño divino, la creación, la providencia o la propia divinidad sean compatibles o tengan algo que ver con esa otra disciplina científica de la física, conocida como cosmología moderna. Según tal planteamiento, los teólogos deberían dedicarse exclusivamente a comentar el contenido de la revelación bíblica, mientras que los hombres y mujeres de ciencia tendrían que limitarse a formular teorías sobre el mundo material para contrastarlas experimentalmente. Y así, ciencia y teología serían como líneas paralelas que, como todo el mundo sabe, por mucho que se prolonguen jamás interfieren entre sí. ¿Es este planteamiento segregador adecuado para regular las relaciones entre ciencia y teología? En mi opinión, no sólo no lo es sino que -como veremos- tampoco resulta posible desde una lógica equilibrada. Es fácil constatar, en algunos cosmólogos contemporáneos, cierta tendencia a buscar modelos físicos de la creación a partir de la nada que no requieran de ningún agente sobrenatural. Es decir, una creación sin Creador que dependa exclusivamente de procesos físicos naturales. Un universo sin principio, a pesar de la teoría del Big Bang, que se hubiera creado a sí mismo. En este sentido, el famoso físico Stephen Hawking no se corta un pelo al proponer una solución teológica para sus hipótesis cosmológicas. En su obra Una historia del tiempo escribe: “En tanto en cuanto el universo tuviera un principio, podríamos suponer que tuvo un creador. Pero si el universo es realmente autocontenido, si no tiene ninguna frontera o borde, no tendría ni principio ni final: simplemente sería. ¿Qué lugar queda, entonces, para un creador?”.1 La verdad es que, si Hawking estuviera en la cierto, a Dios le quedaría poco que hacer en un universo formado por las solas leyes físicas. A excepción quizás de las propias leyes físicas. En la misma línea, otro cosmólogo de la Universidad de Stanford (California), Andréi Linde, sugiere su “teoría de la inflación eterna”, en la que la Gran Explosión no sería más que un episodio de una cadena infinita de grandes explosiones en la que el cosmos se crea y destruye a sí mismo de manera periódica e interminable.2 Por su parte, Alexander Vilenkin, de la Universidad Tufts, también en Estados Unidos, propone que el universo pudo nacer mediante un “efecto túnel cuántico desde la nada”. Dicha “nada” sería un estado sin el espacio-tiempo clásico en el que todas las nociones básicas de espacio, tiempo, energía, entropía y demás, perderían su sentido actual.3 Lee Smolin, otro físico teórico estadounidense dedicado al estudio de la gravedad cuántica, se imagina toda una cadena de universos que evolucionan según una especie de selección natural cosmológica. Nuestro universo sería -en su opinión- como una ciudad que se crea a sí misma pero sin un creador concreto. Sólo dependiendo de leyes eternas e impersonales.4 Neil Turok, de la Universidad de Cambridge, desarrollando la teoría de cuerdas ofrece un modelo en el que el universo sería el resultado de una majestuosa colisión entre enormes membranas de cuatro dimensiones. Tampoco habría principio ni fin sino sólo un infinito ciclo de universos en colisión con otros universos.5 Y, en fin, Sir Martin Rees, aboga por la teoría del multiverso en la que nuestro universo sería como un átomo seleccionado de entre un conjunto infinito de universos.6 A la vista de todas estas hipótesis contemporáneas, ¿está realmente la ciencia a un paso de demostrar que el universo empezó a existir sin causa? ¿Podrán los cosmólogos evidenciar que Dios no existe o, por lo menos, que resulta innecesario para la creación del mundo? Yo creo que estamos ante una importante confusión de términos entre la ciencia y la teología. Tal como señala el teólogo e historiador de la ciencia de la universidad de Oxford, William E. Carroll, la investigación científica sólo puede ocuparse del estudio del cambio en los seres naturales, mientras que la creación original no es ningún cambio material y, por tanto, la ciencia no puede decir nada de esta cuestión que es eminentemente teológica.7 A pesar de tales especulaciones cosmológicas revestidas de ropaje matemático, es absolutamente imposible para la ciencia física explicar el acto mismo de la creación, ya que todo lo que dicha disciplina puede describir es la transformación de unos estados materiales o físicos en otros diferentes también físicos, pero no la existencia absoluta del ser a partir del no ser, o de la nada absoluta. Esto es precisamente lo que significa el concepto teológico de creación a partir de la nada (creatio ex nihilo). De manera que ni la física ni la cosmología han logrado, o podrán lograr nunca, un modelo científico capaz de explicar la creación original a partir de la nada o de eliminar la necesidad del Creador. No puede haber verdadera creación a partir de la nada, sin Dios. En mi opinión, lo que sí puede aportar la actual cosmología a la teología es una mejor comprensión y defensa de la doctrina bíblica de la creatio ex nihilo aunque, desde luego, jamás pueda llegar a demostrarla. Si aceptamos un Dios que está más allá del espacio y el tiempo, no podemos ignorar todo lo que la física contemporánea dice sobre la naturaleza del espacio y el tiempo. Las ciencias naturales estudian la materia, las leyes del universo, así como las relaciones existentes entre los seres materiales del universo, con el fin de ofrecer “explicaciones”. Lo que pasa es que para la auténtica “creación a partir de la nada” no puede haber explicación alguna porque “de la nada no sale nada”, según nuestra experiencia habitual. En el mismo instante en que un científico afirma tener una teoría acerca de cómo podría el cosmos haberse originado de la nada, cae inmediatamente en una contradicción lógica inevitable. Decir que “todo” surgió sin causa de la “nada” es una creencia teológica y nunca una verdadera teoría científica. Por tanto, vuelvo a insistir, sin un Creador sobrenatural no puede haber creatio ex nihilo. El filósofo y teólogo cristiano, William Lane Craig, sostiene que la cosmología moderna ha intentando por todos los medios elaborar hipótesis que favorezcan la idea de un universo sin principio en el tiempo. No obstante, el fracaso reiterado de tales intentos refuerza más bien todo lo contrario. A saber, que el cosmos material tuvo un origen temporal. Y como todo aquello que comienza a existir tiene una causa, luego también el universo requiere una causa original.8 En efecto, de la segunda ley física de la termodinámica se desprende que el cosmos se está quedando sin energía utilizable. De manera que, en el supuesto de que fuera eterno, ya habría perdido toda su energía. Luego esta ley apunta claramente hacia un principio temporal. Por su parte, el matemático, Alexander Friedmann, y el astrónomo, George Lemaitre, trabajado con las ecuaciones de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein, predijeron que el universo debería estar expandiéndose en la actualidad. Esto se pudo comprobar experimentalmente en 1929, cuando el astrónomo estadounidense, Edwin Hubble, observó el desplazamiento al rojo de la luz procedente de las galaxias más alejadas. Tales evidencias confirmaron no sólo que el universo se estaba expandiendo sino que, si se retrocedía lo suficiente en el tiempo, el cosmos se habría originado a partir de un solo punto en un pasado finito. La idea de creación volvió a introducirse en la ciencia desplazando a la antigua creencia de que el universo había estado siempre ahí. Recientemente muchos cosmólogos, como Arvin Borde, Alan Guth y Alexander Vilenkin entre otros, han manifestado su opinión de que cualquier universo que se haya estado expandiendo no puede ser eterno en el pasado sino que debe tener un comienzo absoluto.9 Tal conclusión se aplicaría incluso al multiverso, en el supuesto de que semejante concepción existiera en la realidad. Todo esto viene a corroborar que los físicos teóricos ya no pueden ocultarse detrás de la idea de un cosmos eterno en el pasado sino que deben enfrentarse al problema del un origen en el tiempo. A mi modo de ver, como el universo no se puede causar a sí mismo -por mucho que deseen demostrar lo contrario los amantes de las matemáticas imposibles-, su causa original debe estar más allá del espacio y del tiempo. Tiene que ser una razón trascendente, ilimitada en el espacio, atemporal, inmaterial, incausada y tremendamente poderosa. Es decir, una causa notablemente parecida al Dios de que nos habla la Biblia. De manera que es bastante razonable creer que tal Dios existe y que sólo Él pudo crear el universo.
BIBLIOGRAFÍA
1 Hawking, S. W., 1988, Historia del tiempo, Crítica, Barcelona, p. 187. 2 http://web.stanford.edu/~alinde/ 3 Vilenkin, A., 1983, Birth of Inflationary Universes, Phys. Rev. D 27 (12): 2848–2855. 4 Smolin, L. & Mangabeira, R., 2014, The Singular Universe and the Reality of Time: A Proposal in Natural Philosophy, Cambridge University Press. 5 http://www.perimeterinstitute.ca/people/neil-turok 6 http://www.ast.cam.ac.uk/~mjr/ 7 Carroll, W. E., 2003, La creación y las ciencias naturales: actualidad de Santo Tomás de Aquino, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile. 8 Craig, W. L., 2014, “Naturalismo y cosmología” en Dios y las cosmologías modernas, Soler Gil, F. J., Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, pp. 49-99.
viernes, 8 de julio de 2016
El gran misterio de las Matemáticas
Documental que ofrece un viaje de misterio matemático, una exploración del poder de las matemáticas a través de los siglos para descubrir su firma en la naturaleza, en el torbellino de una galaxia...
La ordenación del 25 de junio 2016: Nuestros ordenandos de Ratisbona
Siete hombres recibieron el 25 de junio el año 2016 la catedral de Ratisbona San Pedro ordenación. Aquí se presentan los ordenandos hace: ¿Quién es, qué se mudaron a su decisión por el sacerdocio y cómo se imaginan su existencia futura como sacerdote.
Ulrich propio pueblo, "a la gente a compartir la alegría de la fe"
"Lo bueno de este trabajo es que es muy diversa." Por lo tanto Ulrich propio pueblo está a la espera de todo lo que le espera en el sacerdocio. Lo que lo que es especialmente importante? "Que uno lo que uno hace, trae alegría." La alegría también juega un papel en la elección de su primer premio de masas: "El Señor ha resucitado verdaderamente" (Lc 24:34). "La resurrección de Jesús es también nos prometió la resurrección: Cada dolor, cada dolor dará paso a la alegría eterna."
El jugador de 27 años de edad, creció en Teublitz y fue allí a principios de monaguillo, y líder del grupo más tarde. Se recuperó en Fockenfeld su escuela secundaria y luego fue al seminario de Ratisbona. Para la decisión, hay varias razones: En primer lugar, por el pensamiento de algo más grande fascinado que no es ni begreif- aún tangible, sino que puede celebrar en el culto. "En segundo lugar, es agradable y satisfactoria para acompañar a las personas en todos los ámbitos de la vida para aprender todo tipo de personas conocedoras de sus personajes. Y, por supuesto, para hacerles partícipes de la alegría de la fe. "Una experiencia muy espiritual y capacitar en su camino hacia el sacerdote que ha hecho durante su primer año de formación en un entorno multi-semana Escuela de Biblia en la Tierra Santa.Activo como pasante de pastoral que estaba en San asunción en Furth im Wald.
La primera misa de Ulrich propio pueblo se llevará a cabo el 3 de julio a las 10 de la mañana en su parroquia del Sagrado Corazón en Teublitz.
Daniel Fenk: la vida confiando en Dios
"Me senté en el Señor, mi confianza. Quiero anunciar todas sus obras. (Sal 73,28)" Esta parábola Daniel Fenk ha seleccionado de Hahnbach por sí mismos. "Mi primera consigna misa expresa mi buena opinión, lo que significa ser un cura: Por un lado que significa vivir su vida por completo la confianza en Dios por otro lado, significa también, con toda su vida a anunciar las obras de Dios al hombre. y así acercarlos a Dios ".
El de 26 años de edad, quiere ser cura, para seguir a Cristo de una manera especial. que quiere dar testimonio de él y acercar a las personas a Dios a través de su testimonio de vida y los sacramentos. que quiere dar el ejemplo como un activo real en la vida y también resaltar maneras de ir la fe. Por su vocación como sacerdote él lo ve todo como importante ", para dar a la gente un buen modelo a seguir, que los apoya en su propia relación con Dios. Además, estoy con muchas ganas de acompañar a las personas desde la cuna hasta la tumba".
Un pionero de la decisión al sacerdocio fue para Daniel el cura de su parroquia de Santiago en Hahnbach. Aquí él fue monaguillo - un paso más en esta dirección: "Este debo conocer a la iglesia y la fe como algo hermoso." En su parroquia natal, fue también profesor y más tarde contrató como líder de grupo. Estudió en Regensburg y Bonn.
Su primera misa es Daniel Fenk celebrar el 26 de junio a las 10 horas en Hahnbach.
Thomas Fischer: "Como sacerdote, me gustaría acompañar la vida de la gente"
Su primera etapa de masas está estrechamente vinculada a una su nombre: Thomas Fischer ha elegido la profesión de Santo Tomás: "Mi Señor y mi Dios" (Juan 20:28). "El partido de mi tocayo con Jesús indica en mi opinión mucho que ver con la fe cristiana." que quiere conseguir para su ministerio sacerdotal con opción a compra y confiesa a Jesús como su Señor y Dios Esta confesión.
"Como sacerdote, me gustaría acompañar a la vida y la fe de la gente. Quiero tratar de transmitir a ellos que la fe en Jesucristo, tanto por el encuentro vivo con él, algo hermoso es que embellece nuestra vida apoyarlo y la orientación son ". Eso es lo que Thomas espera de su futura profesión. Eso fue sólo para él, pero no es la razón de ser sacerdote. La decisión en los 26 años de edad, ha madurado con el tiempo. Dado que la erupción ha convencido a la llamada del Señor a sentir, a seguirlo en el servicio del sacerdote y para dar testimonio de él y de su amor por la gente.
Thomas Fischer estudió teología en Ratisbona y Múnich. Su parroquia de prácticas se encuentra en Amberg St. Georg. Nació en Oberviechtach, creció en Prackendorf.
Su casa primera misa se llevará a cabo en la parroquia de St. Ulrich en Dieterskirchen, el 3 de julio a las 10h.
Hans-Jürgen Treittinger: Una nueva vida después de muchos años de trabajo
Muchos años de trabajo como funcionario en el municipio de Ratisbona ya están detrás de Hans-Jürgen Treittinger. El llamado de Dios a seguir en su sucesor especial sin embargo, le ha alcanzado. "Esta reputación ha seguido reforzando, así que estaba listo para embarcarse en una nueva vida."
El apoyo ha dado él haciendo un pasaje de la Biblia: "Dios da a los que le aman, todo para el bien" (Romanos 8:28). 2010, este lugar es que se dio cuenta de retiro carismático y le ayudó desde siempre, continuar por la ruta elegida. Por esta razón, los ha hecho su primera etapa de masas.
En su futuro post que habla sobre todo de la administración de los sacramentos un papel importante: "Esto sucede la verdadera liberación y la curación que la gente hoy en día tienen más necesario que nunca. para poder hacer este trabajo de la misericordia me llena de gran alegría. La consagración en la piedad, por tanto, lo veo como una gracia especial ".
El Ratisbona hizo su Abitur en Albertus-Magnus-Gymnasium en Ratisbona. También ha completado el servicio militar. Profesional, Hans-Jürgen Treittinger un buen número de estaciones detrás de él: Se estudiaron en la corte, y más tarde trabajó en el departamento de bienes raíces de la ciudad de Ratisbona como un funcionario. Después de su decisión para el sacerdocio, se le ha llamado al Colegio Teológico de Filosofía en Heiligenkreuz, cerca de Viena. En Leopoldinum seminario local era seminarista. que ha hecho en la Parroquia de la Asunción en Leiblfing su internado pastoral.
La casa Primiz por Hans-Jürgen Treittinger es el 3 de julio a las 10 horas en la parroquia del Sagrado Corazón en Ratisbona.
Peter Treittinger: "Dios no lo mantenga presionado, pone su esperanza en él"
Peter Treittinger También fue durante muchos años un funcionario de la administración de la ciudad de Ratisbona antes de la llamada de Dios le ha superado. Esta reputación en su corazón se ha vuelto cada vez más intensificada, de modo que él estaba listo para embarcarse en una nueva vida. Entonces empezó a estudiar en el Colegio Teológico de Filosofía en Heiligenkreuz. Se graduó en la parroquia de St. Giles en Hainsacker su internado pastoral.
"Dios es fiel. Él no le dejó abajo, poniendo su esperanza en él. "Su primera misa diciendo" Tira haya elegido esa razón sus preocupaciones sobre el Señor para mantenerlo en posición vertical "(Sal 55,23).
En un cura que sería especialmente hacia adelante para administrar los sacramentos. "Creo que es importante que un cura es consciente de que es representar a Jesucristo en su tiempo y en su lugar. Los sacramentos son signos visibles de una gracia invisible. Estoy deseando proporcionar a las personas con la sanidad y la liberación de Dios y por medio de Jesucristo ".
Peter Treittinger es a las 10 horas en Regensburg celebrar su primera misa también el 3 de julio - junto con su hermano gemelo Hans-Jürgen Treittinger.
Rein Florian: "Trabajar con la gente que me hace feliz"
"Alabado sea el Señor, que es mi roca es" (Sal 144,1). En Dios dice Florian Rein, uno siempre puede confiar. "Él es firme y mantiene a la gente." A los 25 años es el trabajo con la gente algo a lo que es especialmente satisfechos a sus futuras responsabilidades como sacerdotes. En su decisión de ser sacerdote, pero también algo más ha ayudado: Se ha encontrado en la misa algo muy satisfactorio. "En este misterio de Dios que quería ponerme más profundo". En la celebración de la Eucaristía en la comunión con la Iglesia por lo que es especialmente satisfechos. "Es muy importante que uno está basado en las personas, pero nunca olvidan los ojos de Dios y de su Hijo Jesucristo."
nació Rein Florian en Reutlingen en Baden-Württemberg. En el casco Engstingen Reutlingen es también su parroquia de San Martín. Una experiencia importante fue un año en el extranjero en los EE.UU., donde vivió en una iglesia de familia muy dedicado para él.
La primera misa se celebra Florian Rein en Engstingen el 26 de junio a las 10h.
Florian Weindler: "Las tareas crecer las posibilidades"
"Señor, tú tienes palabras de vida eterna" (Jn 6,68) - Florian Weindler esta frase de la boca de Pedro, una respuesta a las personas que salen de Jesús. Del mismo modo, Peter, por tanto, tiene la forma correcta. "Nos da la esperanza, sobre todo en el momento actual." En su primer premio misa Florian Weindler considera importante que el mensaje de Jesús a continuar y también para vivir.
"Soy consciente de que no es una tarea fácil por delante de mí," los 33 años de edad. Sin embargo, se está a la espera de su despacho futuro. Sobre todo que crecer con que venía hacia él tareas la capacidad de trabajar con la gente y para traer más cerca de Dios.
El interés en el sacerdocio tenía la Nittenauer temprano. Era larga y activa como monaguillo y ha participado en el Ratisbona Domspatzen gimnasio. Él también tiene una estrecha relación con Kolpingverein.
El recurso lo ha superado durante su servicio a la comunidad. Es por eso que a continuación también comenzó de inmediato a estudiar teología, pero esto se detuvo después de dos años. Pero la idea de sacerdocio no lo soltó. Después de un aprendizaje como carpintero, comenzó un segundo estudio en el estudio de la teología Rudolphinum en Ratisbona. que ha hecho en la parroquia de St. Pancras en Roding La Pastoral de golf.
La primera misa de Florian Weindler lugar el 10 de julio a las 13.30 horas en la iglesia parroquial de la Natividad de María en Nittenau lugar.
Invitación al sacerdocio ya la solicitud de apoyo
Para Mitfeier ordenación que son bienvenidos! Obispo Rudolf Voderholzer es la consagración a las 8:30 am en la catedral de Ratisbona San Pedro Sábado, 25 de junio 2016 donación.
Tan importante para el camino vocacional de los futuros sacerdotes hasta ahora el apoyo, el aliento y el apoyo de la gente fue: en los últimos días antes de la ordenación pedir a los ordenandos en especial por sus oraciones y su apoyo generoso. Esta solicitud se refiere a la adición ordenación al más vida y de trabajo de los futuros sacerdotes, porque: puede ser un cura es difícil solo.
Acerca de la importancia del sacramento del Orden , se puede comprobar.
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